¡En el día Internacional de la Mujer!
Mujer, a cuidar tu salud
Enfermedades como la Artritis Reumatoide (AR) tiene mayor prevalencia entre el sexo femenino.
Los tratamientos biológicos, particularmente con inhibidores del TNF alfa en la artritis reumatoide, han generado una mejoría sustancial en el control de la enfermedad y la calidad de vida de los pacientes.
En 1975 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, y en 1977 proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Esta fecha conmemorativa toma cada año mayor importancia en nuestro país, al celebrar el invalorable aporte que la mujer hace a la sociedad. Muchos llamados a la igualdad de género, a mejores condiciones laborales, derecho a la educación, serán algunas de las muchas y necesarias peticiones, sin embargo, hoy deseamos enfocarnos al cuidado de la salud, específicamente a la Artritis Reumatoide, enfermedad cuya mayor prevalencia se da en el sexo femenino.
La Artritis Reumatoide (AR), es una enfermedad crónica que causa inflamación de las articulaciones, tejidos circundantes y puede afectar otros órganos. A pesar de que no tiene una causa conocida, está considerada como una enfermedad autoinmune, es decir que el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error a su propio organismo sano.
En los Estados Unidos, aproximadamente el uno por ciento de la población, unos 2.1 millones de personas, tienen de AR. La enfermedad suele comenzar entre los 25-50 años de edad, siendo las mujeres quienes superan a los hombres en una proporción de tres a uno. De igual forma, la enfermedad se presenta en todos los grupos étnicos y en todas partes del mundo.
Esta enfermedad afecta alrededor de 70 millones de personas a nivel mundial en la etapa productiva de la vida. En Panamá, alrededor de 25.000 personas estarían afectadas con este padecimiento.
El embarazo y la artritis reumatoide
La artritis reumatoide puede antes o durante el embarazo en cualquier etapa, desde la concepción hasta las semanas posteriores al nacimiento, por eso es importante estar atentos por la salud tanto del bebé como de la madre. No es una enfermedad hereditaria, ya que diferentes factores que pueden intervenir en la aparición o desarrollo de la misma. Estos factores pueden ser ambientales, infecciones virales o bacterianas, al igual que cierta susceptibilidad genética.
De igual manera, aunque la artritis reumatoide no impide concebir, la misma debe ser tratada y bien controlada antes de quedar embarazada, para evitar complicaciones durante y después del embarazo. La mujer que padezca esta condición deberá consultar al reumatólogo y al gineco/obstetra simultáneamente, con un monitoreo cercano al de los pacientes de alto riesgo y con consultas más frecuente ayudarán a mantener un buen estado de salud tanto del niño como de la madre.
Señales de alerta
La artritis reumatoide afecta generalmente las articulaciones en ambos lados del cuerpo en igual intensidad, comenzando lentamente con dolores y síntomas leves, sin embargo al pasar el tiempo estos pueden aumentar en su intensidad.
Los síntomas de las articulaciones son:
Rigidez prolongada, con una duración de más de una hora, en las mañanas.
Calor, sensibilidad y rigidez especialmente después de un periodo largo de inactividad o reposo
Dolor de la misma articulación en ambos lados del cuerpo
Pérdida del rango de movimiento en las articulaciones afectadas
Deformidad de las articulaciones comprometidas en la enfermedad
Otros síntomas asociados a la artritis reumatoide son:
Dolor torácico al respirar
Resequedadenojos y boca
Ardor y secreción del ojo
Nódulosbajo la piel
Entumecimiento, hormigueo o ardor en las manos y los pies
Dificultades para dormir
Fatiga o cansanciofácil
Tratamientosavanzados
Las diferentes opciones de tratamiento tienen como objetivo eliminar el dolor y la inflamación, preservar la función y mejorar la calidad de vida del paciente y ayudar a las personas a recuperar la movilidad. Los medicamentos antirreumáticos y antiinflamatorios son las principales formas de terapia convencional para la artritis reumatoide, ayudando al paciente a reducir algunos síntomas y prevenir que la enfermedad empeore.
En aquellos pacientes en los que la terapia convencional no produce una respuesta adecuada, el tratamiento con medicamentos biológicos, particularmente con inhibidores del TNF alfa, en artritis reumatoide, han significado un inmenso avance en el tratamiento de la enfermedad, logrando detener la progresión de la misma y alcanzar la remisión e inactividad de la enfermedad. Algo importante a resaltar de este tipo de tratamiento biológico de última generación, es la aplicación mensual, los pacientes pueden continuar con sus actividades del día a día, ya que la administración del medicamente puede ser realizada por el mismo paciente.
Impacto social, laboral y emocional
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica, progresiva que puede incapacitar a las pacientes, afectando su condición física. Es fundamental que ante la aparición de los síntomas antes mencionados se acuda con un médico reumatólogo que pueda realizar un diagnóstico preciso y oportuno, para iniciar un tratamiento adecuado.
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